La importancia del periodo de lactancia

El crecimiento en los primeros meses es esencial para el desarrollo del niño, durante el primer año los niños crecen más de lo que lo harán durante el resto de su vida, por eso debemos asegurarnos de que ese crecimiento se produzca de forma sana.

El periodo en el cual debemos empezar a preocuparnos sobre la alimentación es en el mismo embarazo, concretamente en los tres últimos meses cuando el bebé acumula las células grasas. Cuanta mayor es la acumulación de grasa en el bebé durante este periodo, más riesgo existe que sea un niño con sobrepeso. Si la madre padece diabetes del embarazo o diabetes gestacional, el funcionamiento de la insulina de la madre se altera y el bebé recibe mucha más “comida” de la habitual a través de la placenta.

La idea de que hay que comer por dos durante el embarazo, es obvio que es algo absurdo, solo se necesita aumentar 300Kcal más a la dieta de la madre.

Tanto el exceso de comida como la malnutrición pueden afectar al desarrollo del bebé durante el embarazo, lo que acabará afectando al peso del niño en el futuro.

Como ya he comentado en artículos anteriores, el alimento más adecuado para un recién nacido es la leche de su madre. La leche materna tiene exactamente todos los nutrientes que el bebé necesita para crecer sano. No hay ninguna leche infantil artificial en el mercado que haya podido reproducir la composición exacta de la leche materna. Algunas de las ventajas demostradas científicamente de la leche materna son la protección del bebé contra infecciones gastrointestinales y diarreas, protección contra alergias o la ayuda al desarrollo neurológico del bebé, entre otras. Además, la leche materna se adapta a cada etapa del crecimiento del bebé.

Por otra parte, que la madre le dé el pecho al bebé le ayuda a evitar hemorragias después del parto, hace que el útero vuelva antes a su tamaño normal y protege a la madre contra el cáncer de mama y de ovarios. Idealmente, según las recomendaciones de la OMS, habría que dar el pecho a los bebés al menos durante seis meses, aunque la Asociación Americana de Pediatría y otros especialistas recomiendan la lactancia materna durante un año.

Un factor que influye en el miedo de que el bebé no esté comiendo lo suficiente durante la lactancia es la dificultad para calcular la leche que el niño toma realmente. Algunos de los truquillos que hay que tener en cuenta son observar si el bebé se agarra correctamente al pezón, si succiona, si parece tragar con dificultad, si ensucia entre 1 y 4 pañales al día con deposiciones o si moja entre 5 y 6 pañales al día con orina.

Si se utiliza una bomba sacaleches, no hay que comparar la cantidad con la de otras madres, si el bebé está creciendo adecuadamente de acuerdo con el pediatra, no hay de lo que preocuparse.

En el próximo artículo se hablará de las dificultades durante el periodo de lactancia, cómo saber si un bebé esta saciado…etc.