Mitos sobre la lactancia materna

lactancia maternaNuestra cultura es rica en tradiciones y mitos de todo tipo. La lactancia materna no es una excepción y es normal que las madres, sobre todo las que han tenido su primer hijo, reciban algún tipo de advertencias y consejos sobre todo de familiares de generaciones pasadas. Aunque hoy en día se ha desmotrado que no tienen ninguna base científica pueden crear mucha inquietud e incluso problemas entre las mujeres que comienzan a dar el pecho. Algunos de los mitos más comunes son:

1) Los disgustos hacen que la leche se seque: los disgutos afortunadamente no cambian el sabor de la leche materna. Si la madre está muy nerviosa por algún motivo, es posible que l ecueste un poco más producir leche, pero ésta no desaparece. En el momento que la madre se relaje, sus pechos la volverán a producir. Además, amamantar a su bebé la relajará. El cuerpo de una mujer se relaja de forma natural cuando está dando el pecho.

2) Cuando la leche «se agua» hay que dejar de amamantar porque ya no tiene calidad: éste es uno de los motivos frecuentes para que las madres empiecen a dar suplementos de fórmula a sus bebés. La leche no siempre tiene el mismo aspecto. La primera leche que produce la madre tiene menos grasa y por eso se ve diferente, incluso durante los primeros minutos tiene más agua y azúcar y menos grasa, para calmar la sed del bebé, y después va aumentando la cantidad de grasa para darle la nutrición necesaria. No compares el color de la leche materna con el de la fórmula infantil porque son diferentes. El aspecto natural de la leche materna es más acuoso y transparente que el de la fórmula.

3) Cuando los pechos se «ablandan» ya no se está produciendo tanta leche: después de dos o tres semanas amamantando, hay madres que se preocupan porque sus pechos ya no están tan llenos como en los primeros días. Esto se debe a que en los primeros días después del parto (sobre todo en las madres primerizas), es normal que se produzca cierta inflamación, que a medida que pasan los días deparece. La producción sigue siendo la misma, pero sin la congestión sanguínea.

4) No se debe dar al bebé el líquido amarillento que sale de los pechos en los primeros días tras el parto. Afortunadamente este mito ya no está muy extendido porque muchas madres saben que ese líquido amarillento, el calostro, es lo mejor que le pueden dar a un bebé. el calostro es una sustancia rica en proteínas de fácil absorción para el bebé, sales minerales y vitaminas, entre otras cosas, que es justo lo que el pequeño estómago del bebé necesita en los primeros días. Además de eso, mediante el calostro se le pasan al bebé los anticuerpos de la madre.

5) Mi madre no tuvo leche y yo tampoco. Todas las mujeres, a no ser que haya un problema específico con los senos, tienen leche para sus bebés. Probablemente tu madre no tuvo a nadie que le aconsejara sobre cómo amamantar a su bebe o qué es lo que podía esperar los primeros días.